Casa Rural Sobrefuentes

Estuvimos en el hotel pasando una semana fantástica en Asturias. El hotel tiene mucho encanto por la zona donde se encuentra que es preciosa. En plena naturaleza se respira una paz incomparable a otros lugares. Te despiertas oyendo el sonido de los pájaros y ovejas, así como vacas de la zona. Y rodeado de montañas, como los picos de Europa que asoman a lo lejos. El hotel está muy bien arreglado. La habitación que ocupamos nosotros era muy amplia y el mobiliario muy bonito. Nosotros viajamos con nuestro hijo y un perrito de 10 meses que se hizo muy amigo de Jara, la perra de los dueños: Jose Luis y Marichu cuyo trato fue fantástico hacia todos nosotros. Muchas gracias por todo, esperamos volver para terminar de ver Asturias. Un abrazo de nuestra parte y un lametón de Chester.

Un sitio para descansar insólito y especial. Perdido en lo alto de la montaña solo encontrarás verde y tranquilidad. El dueño nos ha tratado como si de sus hijos se tratase. Desayuno muy bueno y habitaciones súper confortables, especial mención a la cama. Cerca de absolutamente todos los rincones para visitar, lugar idóneo para recorrer Cantabria y Asturias. El placer ha sido todo nuestro

Situada en un enclave privilegiado, de difícil acceso al que merece la pena llegar de día. Su propietario, José Luis, es una persona cercana, amable y servicial, y te dará toda la información necesaria sobre rutas por la región. La casa es bonita, elegante, cálida y con unas vistas impresionantes. Totalmente recomendable.

El sitio enamora. Los dueños encantadores, siempre dispuestos a ayudar (fuimos con un bebé de 4 meses). Nuestra habitación muy bien de espacio, aunque si hay que poner alguna pega, diría que el colchón podría mejorarse, el nuestro era excesivamente blando, quizás u a dureza media iría mejor y al gusto de todos. Nos encantaría volver sin dudarlo y se lo recomendamos a todo el mundo.

El lugar es bonito pero la carretera es muy estrecha y esta muy alejada. Lo peor es que para el precio que tiene, se oye todo x los techos, el desayuno fueron 2 torradas de pan con tarrinas de foi gras de pollo y un cafe con leche bien escueto. En el baño el mismo jabon para las maños q para el pelo.

Entorno privilegiado, ambiente familiar y acogedor, buena disposición y amabilidad por parte de José Luis, su propietario. En resumen, un lugar perfecto para desconectar.

El entorno espectacular, la casa confortable y el dueño muy amable. Hemos echado en falta variedad y productos típicos en el desayuno, aunque es abundante. Recomendable.

Un sitio muy en la Naturaleza. Los dueños muy amables. La casa llena de detalles El único pequeño "pero" es el acceso.