PERAFAN62
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Es una casa particular de finales del XIX renovada con un pequeño jardín por delante y un jardín de unos 200 metros por detrás. La habitación magnífica de unos 35 m2 con un pequeño salón. Ubicación muy buena pero lo mejor la dedicación de la propietaria Christine, que actúa como si fuera un familiar que te aprecia muchísimo. Todo impecable, cambio de toallas diario, te ofrece un montón de planes, desayuno excepcional en el jardín posterior con mermeladas caseras y todo a un precio extraordinario. Es de los sitios más agradables que he estado nunca, y he estado en unos cuantos. Es como si fueras a casa de tu madrina que te adora, te cuida, te organiza planes, te da lo mejor que tiene, y siempre con una sonrisa. Seguro que habrá hoteles de muchas estrellas alrededor pero en ninguno vas a recibir el trato que te dispensa Christine, ni vas a estar tan comodo e independiente como en este lugar.