Andrés Rosales
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Hemos pasado un buen fin de semana con amigos y niños, los pros de la casa son que es enorme con un salón muy espacioso y con muchas habitaciones (algunas ni las utilizamos), cuartos de baño en cada habitación, luminosidad, vistas, ubicación y el sistema de chimenea y calefacción que funciona a la perfección. Además el propietario es muy amable e intenta ayudar en todo en la medida de lo posible.
En contra hay algunos aspectos que se podrían mejorar. Las zonas exteriores no cuentan con mobiliario (algunas sillas y mesas de plástico antiguas y/o sucias), y no estaría mal que estuviese vallado ya que mejoraría la intimidad y la seguridad para los niños.
Respecto al interior los muebles y sofás son bastante viejos y están en un estado más cercano al punto limpio que para ser usados, y la limpieza era bastante justita, sobretodo en la cocina, no vendría mal una buena limpieza a fondo.
Tal y como he dicho antes, el propietario es buen anfitrión, estando allí en la terraza nos ha mostrado sus animales, dejándonos coger un búho real o un halcón, cosa que agradecemos. Pero bien es cierto que cuando alquilamos un alojamiento rural nos gusta tener intimidad y en este caso el propietario vive justo en la casa de detrás y tiene algunos de sus animales rondando por allí (caballo, cuervo, gatos, etc….)
En definitiva Si se mejoran algunos aspectos podría ser un alojamiento de 10.