FEMmoral Parla
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No ofrecen ningún tipo de facilidad en la devolución de artículos, aún cuando estos no hayan sido siquiera desprencintados o se encuentren en perfecto estado de conservación. Tampoco te advierten de ello. Tan sólo vía ticket (una vez abonado el importe y ya hecha la trampa), a través de un texto mal redactado, serás consciente de la peliaguda situación en la que te encuentras. Claro está que, si compras algo de un precio irrisorio, no tiene la mayor importancia pero si, como es mi caso, adquieres productos de mayor envergadura económica, la única opción que tendrás a tu alcance cuando te topes con la desdicha de que aquel estor que compraste con tanta ilusión no es de la medida de tu ventana, será la de llevarte media tienda y comprar artículos que en nada te son útiles y así marcharte con la falsa sensación de que recuperas algo del dinero que has allí invertido. En este establecimiento no cabe el error. Así las cosas, no cometas tú el de ir.