Laura CDD
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Nos hospedamos en esta posada durante dos noches y fue una experiencia muy agradable. Nos atendieron los dueños -que son varios hermanos- con una calidez que hizo que nos sintiéramos como en casa. La habitación estaba limpia, cómoda y decorada con un estilo rústico encantador, ideal para desconectar y disfrutar de la tranquilidad. Además, nuestras vistas desde el balcón eran ESPECTACULARES.
Uno de los puntos destacados fue el desayuno incluido, no es buffet, pero con lo que entra por persona tienes suficiente (1 café, 1 zumo de naranja, tostadas y 1 sobao/pasta). Nos encantaron los detalles, así como la mermelada casera y otros productos locales.
Añadir que ofrecen cenas (en el pueblo no hay otro lugar) y, al final de la estancia, esas cenas se incluyen en la cuenta al abandonar la habitación. También es posible cenar en pueblos cercanos, pero hay que desplazarse un poco.
La ubicación de la posada es buena: justo a la entrada de Cucayo, atravesando dos túneles en la montaña. Aunque en el pueblo no hay mucho para hacer, es un lugar perfecto para quienes deseen hacer rutas por los pueblos y paisajes de alrededor.
El único “pero” sería que el zumo no era natural, sino de brick, y que el pan de la cena tiene un cargo adicional.
Recomendamos esta posada a cualquiera que busque un ambiente acogedor y un lugar ideal para desconectar.