Alain Daynac Olarra
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Un auténtico robo. La casa estaba destrozada, puertas rotas, cucarachas, persianas que no abren, baños de los años 40, polvo por todos lados. Te ofrecen un servicio que no existe, y como se te ocurra reclamar, quédate sentado esperando. Un desastre nuestra reserva y las respuestas que nos dan, son nulas. Es más, te dicen que todo está perfecto. En nuestro caso era la casa Neguri Geltokia. Quien quiera recibir más info, sin problema. Ahora dirán que todo estaba como se decía, que la casa tiene sus años bla bla, pero es una vergüenza