Ileana H
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La Posada está perfecta para un fin de semana o pocos días. Bien ubicada en calle cerrada con grita da tranquilidad. Estacionamiento propio. Un restaurante-discoteca, que abre en la noche desde los jueves y hasta el domingo. Con una música a volumen alto que se oye en las habitaciones cercanas. Muy buena la comida. Recomiendo las alitas de pollo. Los precios están acordes con la inflación. Para desayunos , hay que avisar con antelación, pero sus porciones son escasas y costosas. No lo recomiendo. Durante nuestra estadía había un serio problema con las toallas, así que recomiendo llevar las propias para evitarse el inconveniente de que no se las suministren. Ademas lleven una cobija porque el aire acondicionado está puesto fijo a una temperatura de frío altísimo. Falta un poco de cuido en las áreas exteriores que tienen sillas rotas o palos acumulados. Los jardines si están bien cuidados. Una piscina pequeña, suficiente para los niños.Personal de camareras regañonas y el de la recepción algo perdido en su atención, pero con buena disposición. No pidan habitación triple en la parte alta porque la tercera cama está ubicad en un sitio incomodo de llegar, solo para un niño atlético y que no sufra de miedo a las alturas. Precio razonable, que también va con la inflación. La habitación 2 Baño grande , ducha amplia. Las habitaciones de la parte original de la posada, son mejores que las de la ampliación hecha después de la recepción y la piscina. Elija alejadas de la discoteca para su tranquilidad.