Ana García Galán
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Encontré a Raúl integrado con naturalidad formando parte imprescindible del ambiente de la tienda. Sentí confianza y junto con mi forma de entender humanamente la vida le pedí consejo. Fui sincera y él me recomendó lo necesario.
Al mismo tiempo que atendía otras clientas intercambié recomendaciones y anécdotas de mi vida profesional como profesora de Marketing. Él me correspondió.
Actualmente el comportamiento humano es tan frío, robótico y hermético, que cuando hay comunicación e iteración nos parece alucinante.
Doy las gracias por encontrar vendedores, gestores del punto de venta tan completos.
El surtido de la tienda es amplio y profundo, propio de su especialización.
Gracias Raúl, te deseo lo mejor.
AnaM GGG