Martín Balsamo
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Es un hostel maravilloso. En lo que respecta a instalaciones cuenta con agua caliente las 24 horas y muy buena calefacción, los espacios comunes son amplios y muy bellos, tiene juegos de mesa, televisión y una biblioteca; la cocina está súper equipada lo que hace que cocinar sea muy cómodo. Los baños los mantienen impecables todo el día y las camas de las habitaciones son super cómodas. El desayuno es magnífico, pan casero, cereales, frutas, panqueques, todo riquísimo.
Si bien está lejos del centro, la ubicación es grandiosa. Está lo suficientemente alejado para poder disfrutar de la tranquilidad del sur y cerca de muchos puntos turísticos, como por ejemplo el cerro campanario o colonia Suiza, además en caso de querer ir a pasear al centro el Hostel está ubicado a 100 metros de la parada de colectivos. También hay una despensa con muy buenos precios a dos cuadras, dónde además se puede cargar la tarjeta sube.
Por último lo que más me enamoró del Hostel es su gente, Flor es una genia, super atenta a todo lo que uno necesita, ya sean cosas relativas al Hostel como datos sobre Bariloche en general (horarios de colectivos, que hacer, etc). Tanto ella como los voluntarios hacen sentir a uno como en casa, manteniendo un trato super cordial con todos los huéspedes, pero sin dejar pasar las reglas del Hostel (horario de silencio más que nada), lo cual es ideal para poder descansar y disfrutar del viaje.
Super conforme con mi estadía de una semana en Fortaleza, sin dudas lo voy a elegir nuevamente cuando vuelva a Bariloche!