Oriana Abello
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Lugar acogedor, sin embargo en lo que refiere a platos y su sazón, nos dejó que desear.
Pedimos de entrada un Vitello Tonnato y el tonno (crema de atún) estaba muy salado. Ni siquiera el atún se sentía.
Esto mismo nos ocurrió con los principales, dos focaccias con distinto relleno pero que las cremas y/o las proteínas (crema de trufa, que no sabía a trufa sino a sal, igual con una que tenía una burrata también un poco pasada de sal).
De las focaccias rescato que la masa estaba muy buena.
A nivel de atención al cliente hay muy buena disposición y amabilidad del servicio, pero falta pulir detalles. Éramos sólo dos mesas ocupadas a la 1pm e igual hubo tardanzas para ir tomando los pedidos, además que en algún punto me fueron a retirar el vaso de bebida sin preguntar si había terminado.
Son normas de etiqueta que son importantes mantener en práctica para garantizar una experiencia al comensal impecable.
Espero que L’Osteria pueda mejorar francamente en sus platos más clásicos, y pueda convertirse en una experiencia 360 de auténtico sabor italiano como se promete con su espectacular brand management, el cual felicito públicamente.