Julia Martín Cáceres
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Desde el primer momento que visitamos Zibá, supimos que celebraríamos allí nuestra boda. El lugar nos enamoró por su encanto, sus jardines espectaculares y el elegante salón, pero lo que realmente hizo la diferencia fue el trato humano y cercano desde el principio.
El día de la boda fue simplemente perfecto. Todo estuvo cuidado al detalle: la comida exquisita, la decoración preciosa, el entorno inmejorable y, sobre todo, una atención impecable por parte de todo el equipo.
Queremos hacer una mención especial a Ana, quien nos acompañó en todo el proceso de organización con una dedicación, profesionalidad y cariño que agradecemos profundamente. Estuvo pendiente de cada detalle y siempre dispuesta a ayudarnos a que todo saliera tal y como lo soñábamos. También queremos agradecer a Rocío y Miguel por haber montando este sitio tan espectacular.
Zibá superó todas nuestras expectativas y fue, sin duda, la mejor elección para un día tan importante. Lo recomendaríamos una y mil veces para cualquier evento o celebración especial.