Candela P.M.
Google
Una maravilla de sitio, hemos venido porque nos lo han recomendado muchísimo; céntrico pero suficientemente alejado del turisteo, tranquilo pero con ambiente, gildas, bravas, tellinas… lo de toda la vida pero con una calidad excelente y un puntito actual. El sitio por dentro es una monada y Yago, el camarero que nos atendió, atento, agradable, rápido… no le pedimos nada en concreto para comer más allá que sus recomendaciones, y un éxito total. No os perdáis el brioche de anchoa, cualquier variación de gilda y las tellinas. Solo quiero volver.