Endi Zubillaga
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Alta cocina en las Merindades.
En la tranquila y pequeña localidad de Quintana de los Prados, se encuentra un tesoro gastronómico que derrocha calidez desde el primer instante.
Al adentrarse, una sonrisa auténtica da la bienvenida, envolviendo el espacio con una atmósfera familiar y acogedora. Aunque no ostente estrellas Michelin, este rincón ha recibido un reconocimiento en la guía, y tras la experiencia, comprendes por qué.
El ambiente íntimo se traduce en pocas mesas, brindando una experiencia casi personalizada. Para iniciar, el txakoli Bizkaino de Zalla, Aretxaga, se revela como una grata sorpresa, que a pesar de tener un poco de aguja, su pase por boca es fresco, con cuerpo y agradable a su vez.
El viaje gastronómico comienza con un aperitivo del chef y pan rustico, probablemente preparado en el restaurante.
El pulpo, impresionante en su sencillez sobre una cama de patatas y pimentón, despierta los paladares con maestría.
El mimo de Iñaki se refleja en cada plato; el bacalao al pilpil se eleva a la categoría de sublime, destacando la calidad del producto y el arte en su preparación. El tartar de atún con ensalada de aguacate se erige como uno de los mejores probados, desafiando incluso a los de Barbate.
El festín culmina con una "pantxineta" casera, un postre que despierta adicción.
Es un destino imprescindible para los amantes de la buena mesa, Cris e Iñaki te harán sentir como en casa, repetiremos sin duda.