Restaurante Gente Rara

Fine dining restaurant · Jesus

Restaurante Gente Rara

Fine dining restaurant · Jesus

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C/ de Santiago Lapuente, 10, 50014 Zaragoza, Spain

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Highlights

Gente Rara is a cozy, high-concept eatery in Zaragoza where innovative small plates highlight local flavors and global influences, all served with a welcoming touch.  

Featured on Michelin
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C/ de Santiago Lapuente, 10, 50014 Zaragoza, Spain Get directions

genterara.es
@genterararestaurante

€100+

Information

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C/ de Santiago Lapuente, 10, 50014 Zaragoza, Spain Get directions

+34 623 00 20 84
genterara.es
@genterararestaurante
𝕏
@GenteRaraZGZ

€100+

Features

payment credit card
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reservations
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Last updated

Jul 13, 2025

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Gente Rara

"A restaurant with all the attributes required for success, including a young, dynamic and relaxed team with a keen desire to continually surprise guests. Occupying a former mechanical workshop in the Jesús district of the city, it features a large skylight-style roof and several different ambiences: a sofa space for an aperitif; the "Especioteca"; and the main dining room with an open kitchen at its centre (with a dining counter) and a few tables from which to watch the frenetic activity here unfold. The experience at Gente Rara involves a journey through the different sections of the restaurant and can only be enjoyed via its tasting menus (Chalado and Lunático), all of which feature an array of mini dishes that are always consistent in quality, technique and flavour. Book well ahead to secure a table!" - Michelin Inspector

https://guide.michelin.com/en/aragon/zaragoza/restaurant/gente-rara
View Postcard for Restaurante Gente Rara

Rafael Sampayo

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To understand the experience at Gente Rara (Strange People), one must understand the city is located in. Zaragoza (Caesar Augusta) was settled by the Greeks around 300 BC and grew under Roman rule. It has had many rulers and has the infusion of many cultures, nestled near the Pyrenees, and northern and eastern seas it has access to many fresh food. Today it is a diverse city which is known for industrious people. Gente Rara manages to capture the essence of this city through its extensive small plate menu. In this experience you will sample a tour which will take you through the back alleys of this city and it’s rich gastronomic delights. You will sample local produce, bakeries, wines, and cheeses, while also demonstrating the global influences which have been adopted and mastered by the Chef Palacios and his team of artists. It is amazing to watch the discipline of the staff while dining in a warm and unpretentious atmosphere.

Ivy Hensley

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Incredible food, service and atmosphere. The staff are all incredibly welcoming and friendly and the service was excellent- down to the last detail. The food speaks for itself. Every bite was delicious. Nothing is pretentious about the experience which was a massive plus for us. As Do yourself a favor and snag a reservation here!

Carlos Garcimartín de las Casas

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Teníamos reserva desde febrero, y ayer por fin llegó el momento 👋🏻 El local no puede ser más diferente; una nave bien espaciosa adecuada para la ocasión que sorprendentemente, estaba a una temperatura perfecta, cosa que en Zaragoza en verano, no es especialmente fácil. 🔥 Pedimos el menú más completo, de 21 pases, y sin lugar a dudas, fue toda una experiencia 👏🏻 No voy a iros contando todo pase por pase 😅, pues creo que una de las mejores cosas que tienen estos restaurantes es ir sin saber y simplemente disfrutar 🕵🏻 En mi caso, diré que disfruto casi tanto de la comida como del servicio 🤵🏻, de ver cómo está todo cuadrado como un engranaje perfecto y todo medido al milímetro 👁️👁️ Diré que en este menú, no pude disfrutar tanto como en otros, puesto que había muchísimos pases de pescado 🐟 y a pesar de mis raíces gallegas, soy mucho más de carnes 🥩 💸 En cuanto a precio, salió a 123€ por cabeza, 110€ del menú y el resto de bebidas. Un precio razonable para un estrella Michelin. 💸 Sin duda, una experiencia! 🤓

Marco Rivera

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Que gran experiencia en Gente Rara. Menú brutal por un precio muy contenido, en nuestro caso, el largo, que sacia pero que no es pesado para nada. Se desarrolla en tres estancias, lo que lo hace muy ameno; con especial gracia en la última de ellas y principal, un espacio muy vivo, con todo el equipo trabajando cual show delante tuyo, un equipo muy joven, fresco, motivado y profesional. La carta de vinos, amplia, de muy buena calidad precio, con unos borgoñas muy interesantes. La comida; todo rico, todo bello, donde recuerdo especialmente la ostra, el ciervo, el foie hecho en casa, el tartar de pichón con anchoa, los guisantes y los deliciosos quesos. Muy recomendable, y para repetir, con la duda (no pregunté) de si varían el menú cada X tiempo, lo cual haría mantener el efecto sorpresa. Gracias por la experiencia. Marco

Helena V.B

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Descubrimos 'Gente rara' gracias a 'Moonlight experimental bar', un referente para nosotros en la ciudad. A pesar de encontrarse en nuestro barrio no habíamos podido visitarlo pues es difícil reservar y hay que hacerlo con varios meses de antelación. Tuvimos la suerte de conseguir una mesa para celebrar una ocasión especial sin saber qué íbamos a encontrar y salimos maravillados. Los detalles están cuidados al máximo; la atmósfera, la atención, el menaje exclusivo, se percibe el amor y dedicación que se ha puesto en la cocina y en cada pase. Un homenaje a los sabores de nuestra tierra que además de reconocibles no dejan de sorprender. Elegimos el menú corto y para nosotros fue más que suficiente. Está muy equilibrado y no te quedas con hambre. Resulta imposible decantarse por un favorito, pero la 'Liebre al chocolate' consiguió emocionarnos a través del sabor. ¿El carro de quesos? Ojalá haber podido probarlos todos. Lo recomendamos muchísimo y seguro que volveremos para probar una nueva carta.

Gabriel Martín

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Hace poco estuvimos en este restaurante y elegimos el menú Lunático. La comida nos encantó, y la cantidad fue la perfecta. El servicio fue muy bueno, atentos y agradables. Los vinos que nos recomendaron estuvieron muy bien, combinaban perfecto con los platos. Volveremos cuando cambie el menú 😊

Celia Ballen

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Todo genial! Encantados de compartir, un año más, esta experiencia con el equipo de Gente Rara. Ya tenemos nuestra reserva para el año que viene! Gracias por vuestro trabajo y ganas. Seguid siendo “Gente Rara” 😜

Amar Halifa Marín

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Una de las experiencias culinarias con estrella michelín en la ciudad de Zaragoza. Múltiples pases con 30 degustaciones. La apuesta por la cocina es innegable, siendo, hasta ahora, el menú con más elaboraciones que he comido. También con notables toques exóticos, el menú casi alcanza el pleno de alimentos de proximidad, con una visión amplia de las muchas posibilidades que tiene Aragón para soportar alta cocina. Eso aporta ventajas relacionadas con la identidad y sostenibilidad del conjunto de sus platos, pero crea un trayecto más plano y estrecho que otros menús comparables. Dicho eso, mi valoración de la comida es perfecta porque varios de sus pases me resultaron brillantes (i.e., 1. tartaleta de esturión ahumado y limón negro, 2. tartaleta de carrillera de ternera y camarón curado, 3. calabaza y rabo de cordero, 4. Salmonete cocinado en cera de abejas, 5. Cultura de la manzanilla...), al tiempo que los platos poseen una estética preciosa (1. Foie mic-cuit Mudéjar, 2. Ostra con escabeche de cítricos y aceite de eneldo, 3. Manzana, caramelo y miso...), y la cultura es incluida con mucha nobleza (licores de 1960s, patata asada bajo el criterio tradicional de la cocina en barro...). Es muy fácil distinguir el enorme trabajo que este equipo aplica en su menú y merece reconocimiento. Es la comida (supongo que valorando un menú degustación es ideal) lo que aupa mi valoración al 4/5. ¿Cómo pienso que esta experiencia debe mejorar? Hay una deficiente comunicación con el comensal sobre el sentido que conecta, sobre la elaboración de muchos platos, sobre el mensaje que el equipo pretende transmitir. No parece un asunto del servicio, si no más bien una práctica no adecuada de la dirección y cocina. Mi humilde opinión es que estas experiencias deben emocionarte, con sacudidas de adrenalina mediante sabores hasta ese momento desconocidos, pero también transmitiendo ternura mediante la vocación y pasión que el equipo (estoy seguro) ha desempeñado en el menú. Me queda una satisfacción incompleta, algo así como que han desperdiciado la oportunidad de hacernos partícipes de las muchas decisiones que se han considerado y ejecutado en este menú, los "por qué" de las cosas, de las combinaciones, del viaje que hemos hecho a través de esta degustación. Comprendo que hay muchos clientes de este tipo de experiencias que, debido a su renta, puedan acercarse a este tipo de restaurantes de la forma que yo lo hago a una hamburguesería elegante. El enfoque: quiero comer rico. Pero cuando la clase media se acerca a estos espacios, y algo he oído sobre que también somos importantes para su subsistencia económica, uno espera más. Espera una algarabía de emociones, no solo por sus sabores, si no por el relato y la narrativa, por como el criterio del local ha imaginado ocuparnos durante 4h para que, tras ello, salgamos más felices de lo que éramos deseando descubrir lo que guarda. En definitiva, sugiero al equipo de Gente Rara mantener la calidad gastronómica de su menú, pero también mucha más comunicación con el comensal, un esfuerzo por transmitir lo que vemos y no vemos en cada pase, en lugar de dejar esa tarea en brazos de la iconografía y el buen entendimiento o imaginación de sus clientes. El espacio tiene mucho vanguardismo. En parte, es la justificación que encuentro a la forma en que se comunica -según yo, débilmente- el menú a los comensales: en plan moderno, ¿chic? Pero si la cocina que ofrecen se sostiene (como es justo) en brazos del impulso tradicional, que duda cabe que mi petición anterior es razonable. Apuntes menores: el hilo musical es muy personal, y es de las componentes de la experiencia que transmiten más criterio propio (positivo), pero no me parece el más adecuado. Puntualmente hubo un olor a humo excesivo (pese a la distancia con la cocina, y la amplitud del espacio) y me extraña. La vajilla es preciosa, pero rompe el criterio más industrial que emerge de la estructura del espacio. Muchas gracias por su trabajo y buen hacer para que la gastronomía no olvide sus raíces pero tampoco se quede estancada.